
Nunca me había planteado el exorcismo como técnica en el aula, pero me lo estoy planteando.
Mi tutoría de 2º eso es un claro ejemplo. Por más que hemos hablado sobre normas, estudio, respeto, y demás delicatessen, no consigo que lo asimilen. La única explicación posible, es que me encuentro ante un caso de posesión colectiva. El comportamiento extraño de mis alumnos así lo manifiesta. Por un lado, muchos de ellos tienden a girar la cabeza y, parte del cuerpo, durante mis explicaciones. Por otro lado, el castellano no lo terminan de entender, creo por tanto, que si me dirigiese a ellos en latín, me entenderían más. Menos mal que lo de los esputos no se ha manifestado todavía, aunque sí lo de expresarse con lenguaje soez.
Hace más de siete años, fui testigo, de manera involuntaria, de un exorcismo, en el Santuario de Nosa Señora do Corpiño, en Orense. La pobre chica (que debía ser retrasada mental), profería alaridos mientras el párroco le arrojaba agua bendita a la cara. Cuando el sacerdote le espetó "sal de ahí Satanás, abandona su cuerpo", decidí ausentarme del lugar, ya que lo estaba presenciando a escasos metros, no fuera que el maligno me viese como futurible hospedador. Menos mal que al demonio no le dió tiempo a poseerme, ¿o sí?.