16 dic 2009

Exorcismo en el aula



Nunca me había planteado el exorcismo como técnica en el aula, pero me lo estoy planteando.

Mi tutoría de 2º eso es un claro ejemplo. Por más que hemos hablado sobre normas, estudio, respeto, y demás delicatessen, no consigo que lo asimilen. La única explicación posible, es que me encuentro ante un caso de posesión colectiva. El comportamiento extraño de mis alumnos así lo manifiesta. Por un lado, muchos de ellos tienden a girar la cabeza y, parte del cuerpo, durante mis explicaciones. Por otro lado, el castellano no lo terminan de entender, creo por tanto, que si me dirigiese a ellos en latín, me entenderían más. Menos mal que lo de los esputos no se ha manifestado todavía, aunque sí lo de expresarse con lenguaje soez.

Hace más de siete años, fui testigo, de manera involuntaria, de un exorcismo, en el Santuario de Nosa Señora do Corpiño, en Orense. La pobre chica (que debía ser retrasada mental), profería alaridos mientras el párroco le arrojaba agua bendita a la cara. Cuando el sacerdote le espetó "sal de ahí Satanás, abandona su cuerpo", decidí ausentarme del lugar, ya que lo estaba presenciando a escasos metros, no fuera que el maligno me viese como futurible hospedador. Menos mal que al demonio no le dió tiempo a poseerme, ¿o sí?.

3 comentarios:

LidiaA dijo...

Joer pobre chica no?? claro por eso decia yo que nacho estaba muy raro, porque llevaba ( o lleva ) a Satanas en su interior....jajaja es broma!!!
besos!!

Sir James Hutton dijo...

Qué sobresalto, querido colega... Cuando he leído que el sacerdote dijo "sal de ahí, Satanás...", por un momento creí que se lo estaba diciendo a usted mismo, que ejercía sólo como mero espectador, para que se alejara del lugar.

Lo cual que de haber sido tal, no lo habría podido concebir, pues a usted lo tengo por un infatigable profesional, incluso por un "gentleman" de la educación, un refinado quijote en constante e infatigable lucha contra los peores monstruos que atenazan el desarrollo del ser humano: la ignorancia, la vanidad, la intolerancia, los malos modos, el desprecio, la vulgaridad en suma.

Así pues, ya sea como exorcista o como ángel exterminador, lo animo a no cejar en su empeño.

Peter Canthropus dijo...

Muchas gracias mr. Hutton, si no fuera usted un azulejo le daría un abrazo por sus piropos, aunque lo de Quijote no se si tomármelo por el grado de locura que tenía nuestro querido hidalgo.